lunes, 11 de marzo de 2013

FIN DE SEMANA DULCE Y AMARGO PARA NUESTRO CLUB

Este fin de semana hemos estados en dos carreras ,una de Ultrafondo y otra de Montaña ,como bien dice el titulo amargo por que nuestro componente LUIS CAMPALLO se retiro de ULTRA TRAIL Sierras de Bandolero en el km 70 por las inclemencias del tiempo y Dulce por que Nuestra componente STANY GUERRERO quedo tercera de su categoría en la C X M SIERRA de SAN PABLO.Os dejo la Crónica de nuestra componente Stany .
¿Y por qué no? 
He ahí la pregunta que siempre me ronda en mi cabeza y que me respondo yo misma, contradiciéndome continuamente. ¿Puedo yo correr una carrera de montaña, con tantos kms, con tanto desnivel, con tantos obstáculos?. En ocasiones me digo ¿y por qué no?, si otros pueden; y en otras me digo no podré terminar, haré el ridículo. Pues bien, hoy ha sido mi gran día :-)

La mañana comenzó mal. El tiempo no acompañaba, caía un chaparrón ahora si, ahora no y cuanto más cerca de Montellano, más nubes negras había sobre nosotros. Con lo cual se incrementaban aún más mis miedos. Una vez en Montellano, miré a mi alrededor y vi que había más mujeres y pensé que si ellas podían, ¿yo por qué no?. Y así empezó la carrera con un pom de un cohete y echamos a correr con mucho miedo, sin saber como es verdaderamente una carrera por montaña. 

Cuando comenzamos y vi la primera subida pensé que no podría pero me tranquilizé cuando vi que todos, o mejor dicho casi todos, andábamos. El sendero, que me pareció malo al principio, resultó ser el mejor tramo de la carrera. Cuando nos íbamos adentrando en ella, lo iba comprobando. Pero a pesar de ello me gustaba cada vez más. Me gustaba ver como cada paso era un reto para no resbalarme debido al barro del sendero, para sortear las piedras y las ramas, para pasar entre la vegetación arañándome las piernas. Y sorprendentemente, reirme de todos esos resbalones y caídas, incluso, que tuve. Pero ahí estaban mis dos compañeros que me escoltaban y me indicaban por donde debía ir y que por supuesto sin ellos, no lo hubiera conseguido. 

Y lo mejor de todo es la cima. Mirar desde lo alto y ver lo que has hecho y como otros van por donde tú ya has ido. Y no te lo crees. No crees que hayas estado allí. Si malo fueron las subidas, peor si cabe fueron las bajadas. En estas, crees que puedes aligera, pero el terreno te lleva a poner los pies de nuevo en el suelo. Bueno, los pies y las manos y rodillas y el culo vaya.

Pero a pesar de todo, lo repetiré. Me parece más gratificante que correr por asfalto, donde lo único que ves son como mucho casas a tu alrededor y donde los corredores no te pueden hablar porque no pueden perder el tiempo para ello. 

Finalmente mi agradecimiento a mi marido, aunque no lo crea, he disfrutado la carrera. Y a mi otro escolta y compañero Ramón Anera, por acompañarme durante toda la carrera.
 PD: me ha costado más escribir estos cuantos párrafos que la carrera de hoy.

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